HASTA AHORA

viernes, 22 de octubre de 2010

Hoy es Viernes... como me fue?

Durante la Semana me fue muy difícil seguir el régimen, si como siempre, o un poco más porque estuve enferma, además de el medicamento tuve una desestabilidad emocional, por motivos meramente caprichosos.


No he probado dulces pero ayer comí pastel y tome una soda, he cenado pesado durante 3 días de la semana, y este fin de semana hay reunión, así que posiblemente deba detectar esa necesidad de dulce por la tarde y de comer demasiado por las noches sobre todo tortillas y pan, antes de pensar en beber y comer esas botanas. Cabe mencionar que ayer después del pastel dormí hasta la 1 a.m. y el Lunes tampoco dormí bien. Volví a caminar una hora diaria, con excepción del Martes en que dormí casi todo el día, medicada la mayoría del tiempo. Con lo cual también recuerdo que he perdido muchos líquidos a pesar de que consumí mucha agua, debido a la reacción de mi metabolismo al medicamento.


Me volveré a medir en un mes y con el peso haré lo mismo, pero esto de asentar las acciones, hace que me de cuenta de cuanto puede afectar mi estado de animo, mi disposición a comer y cuanto mi necesidad de ciertos alimentos se deben a algunas circunstancias personales.

Encontré dos recursos que me apoyaron esta semana:
1. El primero es una página de Coching para Mujeres me llamo la atención que tan apegada estoy a no poder decir que no, así en la comida como en la vida, date una vuelta y verás que hay tela de donde cortar.


2.Comencé una serie de hábitos generados por un libro llamado "El Secreto más Grande del Mundo" por Og Mandino, cabe recalcar que ya voy en el pergamino No.2, son 10 hábitos a base de Pergaminos o lecturas que son amenas, dirigidas principalmente a vendedores, sin embargo pueden aplicarse a la vida como lo descubrí con esta adaptación:




Saludaré este día con amor en mi corazón.
Y cómo lo haré? De aquí en adelante contemplaré todas las cosas con amor y naceré de nuevo.
Amaré el sol porque me calienta los huesos. Pero también amaré la lluvia porque purifica mi espíritu.
Amaré la luz porque me señala el camino. Pero también amaré la oscuridad porque me enseña las estrellas.
Acogeré la felicidad porque engrandece mi corazón. Pero también soportaré la tristeza porque descubre mi alma.
Reconoceré la recompensa porque constituye mi pago. Pero también daré acogida a los obstáculos porque constituyen para mí un desafío.
Saludaré este día con amor en mi corazón. ¿Y cómo hablaré? Elogiaré a mis enemigos y se convertirán en amigos míos.
Animaré a mis amigos y se convertirán en hermanos míos.
¿Pero como reaccionaré ante la conducta de los demás?
Con amor, porque así como el amor es el arma con la que me propongo abrir el corazón del hombre, el amor es también mi escudo para resistir los dardos de odio y las lanzas de ira.
La adversidad y el desánimo azotarán cual huracán mi nuevo escudo, hasta quedar finalmente reducidos a finas lluvias.
Mi escudo me protegerá en todas partes, me sostendrá cuando esté solo. Me estimulará en el momento de desánimo.
Pero también me calmará en épocas de gozoso transporte.
Con el uso se fortalecerá y me protegerá cada vez más, hasta que un día caminaré sin estorbos entre todos los hombres, y cuando lo haga, mi nombre será enarbolado bien alto en la pirámide de la vida.
Saludaré este día con amor en mi corazón.
¿Y cómo me enfrentaré con las personas con quienes me encuentre? De una sola manera. En silencio y en mi fuero interno me dirigiré a ellas y les diré que las amo. Aunque dichas en silencio, estas palabras se reflejarán en mis ojos.
Serenarán mi frente, harán que una sonrisa se asome a mis labios, y harán eco en mi voz, y los corazones se abrirán.
Y, ¿quiénes serán aquellos que me negarán las oportunidades cuando en sus corazones sientan mi amor?
Saludaré este día con amor en mi corazón.
Y principalmente me amaré a mí mismo. Porque cuando lo haga, vigilaré celosamente todo lo que entra en mi cuerpo, mi mente, mi alma y mi corazón.
Nunca más mimaré los apetitos de la carne, sino que más bien trataré cuerpo con limpieza y moderación. Nunca permitiré que mi mente sea atraída por el mal y la desesperación, sino que más bien la estimularé con los conocimientos y la sabiduría de los siglos.
Nunca le permitiré a mi alma que se vuelva complaciente y satisfecha, por el contrario la alimentaré con la meditación y la oración. No permitiré nunca que mi corazón se empeñezca o se amargue, sino que más bien lo compartiré y crecerá y alegrará la tierra.
Saludaré este día con amor en mi corazón.
De aquí en adelante amaré a toda la humanidad. Desde este momento todo el odio ha sido extraído de mis venas, porque no tengo tiempo para odiar. 
Sólo tengo tiempo para amar.
Desde este momento doy el primer paso requerido para convertirme en una persona especial.
Con amor aumentarán mis triunfos en un ciento por ciento y me convertiré en un gran éxito. Aunque no posea otras cualidades puedo alcanzar el éxito con el amor solamente.
Sin el amor fracasaré aunque posea todos los conocimientos y habilidades del mundo.
Saludaré este día con amor en mi corazón, y tendré éxito!

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